GALO GUZMÁN

En las calles Convención de 1884 y Selva Alegre, en Guaranda, funciona desde hace más de 25 años el taller de Galo Guzmán, artesano del cuero nacido en la comunidad de Casipamba. Allí, botas, zapatos, carteras, maletas, chompas y todo tipo de artículos de cuero cobran forma gracias a sus manos.                                                                                                                       

Su vínculo con este oficio empezó en la niñez, motivado por su madre, quien le enseñó el valor de aprender un arte para la vida. Aunque trabajó en otras actividades, regresó a la artesanía en cuero, porque vio que en Guaranda no existía un taller con este servicio, y decidió mantener viva una tradición poco común en la ciudad.

El cuero que utiliza lo adquiere en Ambato, asegurando materia prima legítima para ofrecer productos duraderos y de calidad. Una de sus especialidades más reconocidas es el calzado de puro cuero y suela, apreciado por ganaderos, aficionados al rodeo montubio, jóvenes que buscan un zapato resistente y quienes valoran el trabajo hecho para durar. 

El taller no solo produce piezas nuevas; también se ha convertido en el lugar donde vecinos confían sus botas, zapatos, chompas y carteras para darles mantenimiento. Para Galo, cada reparación es también una oportunidad de demostrar que la artesanía sigue vigente.

Convencido de que el emprendimiento es un camino seguro frente a la inestabilidad del empleo público, afirmó, “El arte es lindo, apoyemos siempre el trabajo local que hacemos los artesanos que aún sobrevivimos en el tiempo con oficios como el mío, el cuero”. 

Con una sonrisa y buen ánimo, recibe a sus clientes diariamente, desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la noche. Cuando el día termina, a veces continúa los acabados encasa, porque su dedicación no se detiene. Para Galo Guzmán, la artesanía del cuero, es un legado que da identidad y valor al trabajo hecho en Bolívar.