Oriunda de San José de Chimbo, pero desde hace 55 años, guarandeña de corazón, Lilian ha dedicado gran pate de su vida al oficio del tejido, creando verdaderas obras de arte a través de su crochet y un buen hilo de lana.
Su interés por tejer surgió a muy temprana edad, pues recuerda que esta actividad era muy difundida en escuelas y colegios de aquel entonces, allí, niñas y señoritas aprendían este oficio y lo acogían como propio, para elaborar cualquier prenda de vestir, adorno o implemento para el hogar.
La paciencia es lo que define a este trabajo asegura Lilian, cada puntada que da, representa años de preparación y técnicas que ella junto a sus compañeras de trabajo han ido adquiriendo para realizar todo lo que se pueden imaginar y que no son nada fáciles de crear, aunque ella afirma que realmente es muy sencillo, “no es nada complicado, solo hay que tener paciencia y vocación lo que no todos tienen”.
La complejidad de cada modelo, estilo y presentación, llevan su tiempo, asi como se puede tardar 2 horas en un centro de mesa pequeño, puede ser un mes en un mantel completo para comedor, sin embargo, eso no ha sido impedimento para la artesana, ya que ha encontrado tiempo para todo dentro de sus múltiples ocupaciones como ama de casa también.
Desde el 2019, la iniciativa de comercializar sus creaciones se hizo realidad, desde aquel entonces, los bajos del obispado han sido su refugio y espacio para vender y darse a conocer al público los días miércoles y viernes de 8 a 17 horas, ofertando una gran variedad en confecciones como manteles, centros de mesa, tapetes, suéteres, ponchos y una gran variedad de opciones en lana que seguro le interesará.
Asimismo, practica el arte de la muñequería, pues como menciona Lilian, “el cliente pide y nosotros lo realizamos”, por otra parte también se trabaja con madera a través de adornos muy útiles que llaman la atención de locales y foráneos que llegan a la ciudad con el objetivo de llevarse algún detalle de la ciudad de las 7 Colinas.
“Hoy la juventud ya no es muy apegada al tejido, al bordado, a la costura como éramos nosotras años atrás, el mensaje es que no dejen perder este bonito oficio que también representa un pasatiempo que vale la pena y que se puede convertir en una fuente de ingresos como lo ha sido para mí”, finalizó Lilian.
Comments