Daysi Lopez
- Jhoselin Peña
- hace 5 días
- 2 Min. de lectura
“El Tesoro de mi Abuelo” un refugio familiar entre historia, naturaleza y tranquilidad.
En el sector El Rodeo, parroquia Bilován, existe un lugar que no necesita grandes letreros para llamar la atención. Se trata de “El Tesoro de mi Abuelo”, una propiedad que guarda la memoria de Reinaldo Vásquez, un abuelo que entendió el valor de la tierra y supo transmitirlo a su familia no con discursos, sino con el ejemplo diario del trabajo y el respeto por la naturaleza.
El nombre no es casual. “El Tesoro de mi Abuelo” nace del cariño de Daysi López, quien, junto a su esposo Hernán Gaibor y su hermana Teresita, decidió nombrar así a la finca que un día les fue heredada, en honor al hombre que la cuidó durante años y que sembró en ellos el deseo de preservar.

Hoy, ese espacio familiar ha sido transformado con esfuerzo y creatividad. Sin perder su esencia rural, se ha convertido en un refugio de tranquilidad, desconexión y vida sostenible. Entre cultivos de zapallo, naranjilla, maíz, limones y aguacates, la familia ha implementado prácticas respetuosas con el ambiente, como la creación de biodigestores caseros para reutilizar el agua en los huertos, especialmente en época de sequía.
Pero lo más valioso del lugar no está solo en lo que se produce, sino en lo que se respira, calma, historia, cariño y una forma de vida más lenta y consciente. “Aquí hay tiempo para compartir”, cuenta Daysi. Por eso, dentro de la casa se encuentran juegos de mesa, futbolines, espacios para conversar sin pantallas y dos animales que son parte de la familia y que, además, ayudan a generar abono orgánico para los cultivos.
El recorrido por la propiedad también incluye una joya natural, un pequeño bosque de arrayanes con más de 200 años de existencia, que ha sido protegido por la familia durante generaciones.

Además de la producción agrícola, “El Tesoro de mi Abuelo” tiene un espacio donde se comercializan productos locales, tanto propios como de otros emprendedores. Hernán, por ejemplo, trabaja la madera y crea figuras artesanales que también están a la venta. Y si hay algo que no puede faltar es la gastronomía familiar es el pastel de zapallo, de zanahoria, empanadas de hojaldre y como especialidad de la casa, un delicioso helado de zapallo que se ha convertido en una parada obligatoria para quienes pasan por la vía que conecta San Pablo de Atenas con Bilován y Balsapamba.
El espacio se puede visitar con previa reservación al 0968694686 cuando incluye la alimentación, de ahí normalmente usted puede ingresar y vivir un momento agradable con una excelente atención, pues el emprendimiento está pensado para familias o grupos pequeños que buscan algo distinto donde el tiempo parece detenerse y donde cada detalle tiene una historia.
Para Daysi, su esposo y su hermana, “El Tesoro de mi Abuelo” se ha convertido en una forma de honrar la memoria el trabajo de toda la familia, compartir con otros, cuidar lo que se tiene y vivir en armonía con la tierra.

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