Emprendedora que dio vida a QuesoLate, una experiencia deliciosa y sorprendente
En medio de los desafíos que trajo la pandemia, la perseverancia y el espíritu emprendedor de Cristina Llanos, se alzaron para convertir la adversidad en una oportunidad única. Tras perder su empleo debido a la crisis sanitaria, Cristina decidió dar un giro audaz a su vida y apostar por el emprendimiento. Hoy, a un año de aquella decisión, es la orgullosa propietaria de QuesoLate, un negocio local con una propuesta innovadora y atractiva.
Ubicado en las afueras de la ciudad, específicamente en el kilómetro 6 de la vía Guaranda - Ambato, QuesoLate se ha convertido en un referente para los amantes de los productos lácteos, chocolates, helados, artesanías, cafés, tostadas, empanadas y licores tradicionales, la gran mayoría, productos de la zona, como por ejemplo “El Salinerito”.
Junto a su esposo, decidieron aventurarse y crear un espacio acogedor que sorprende a los visitantes con un ambiente sobrio y una vista privilegiada del majestuoso Nevado Chimborazo.
Los inicios no fueron fáciles, pero Cristina y su familia han demostrado que el emprendimiento es una lucha constante en la que la dedicación y la implementación de ideas son clave para el éxito. "Emprender es difícil, pero vale la pena cada esfuerzo. Es una lucha constante, y es necesario dedicarle tiempo y esfuerzo para lograr nuestros objetivos", mencionó la emprendedora.
Con una visión más amplia que solo la venta de productos, Cristina ha enfocado su energía en brindar una experiencia completa a los visitantes de QuesoLate. Más allá de satisfacer sus paladares con productos de alta calidad, el lugar busca dejar una huella imborrable en quienes lo visitan, convirtiéndose en un espacio para crear recuerdos y compartir momentos especiales.
Los horarios de atención de QuesoLate son un reflejo del compromiso y pasión por salir adelante. Desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la noche, de lunes a domingo, el emprendimiento abre sus puertas para recibir a los clientes con una calidez que solo un negocio familiar puede ofrecer.
Cristina Llanos es un ejemplo inspirador para muchos que, en tiempos difíciles, se atreven a soñar y materializar sus ideas. Su dedicación, esfuerzo y enfoque en la excelencia han convertido a QuesoLate en un referente del emprendimiento local, demostrando que, con pasión y compromiso, los límites no existen.
Porque en Bolívar, nuestra gente es emprendedora.
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