Adriana Medina

El sabor de casa y tradicional en cada bocado

Si alguna vez ha paseado por las calles de Guaranda, seguro conoce a Adriana Medina y su emprendimiento "Tradición Guarandeña", un lugar que sabe cómo mezclar lo tradicional con lo gourmet, creando una experiencia única para cada visitante.

Adriana creció en la cocina de su madre, Ana Mercedes Medina, quien se encargaba de preparar todo lo típico de Guaranda. Desde pequeña, Adriana fue su mano derecha, aprendiendo el oficio durante más de 20 años. Después de trabajar en Quito en hoteles de lujo, Adriana decidió regresar a su tierra natal para poner en práctica todo lo aprendido y seguir los pasos de su madre. Con la motivación de amigos y familiares, comenzó a ofrecer sus platillos tradicionales, elevándolos con un toque más gourmet y fusionando sabores internacionales.

Hoy en día, su negocio y espacio se ha convertido en uno de los lugares más acogedores y elegantes de la ciudad, ubicado en los bajos del Obispado, entre las calles García Moreno y 10 de Agosto, donde sirve humitas, quimbolitos, tamales con diferentes rellenos, chiguiles, café, chocolate y hasta empanadas de morocho o de verde, siempre bajo pedido. El menú, además de delicioso, está pensado para que cada cliente se sienta en casa. Adriana asegura que uno de los mayores secretos de su éxito es el trato cercano, el cuidado por la higiene y la forma en que hace sentir a sus comensales.

A pesar de que al principio las cosas no fueron fáciles, el amor por lo que hace y la pasión por ofrecer un servicio diferente han sido claves para que "Tradición Guarandeña" sea un lugar lleno de sabor y calidez al aire libre. La visibilidad y en una zona transitada, ha sido un plus, pero lo que realmente la ha mantenido en el corazón de su clientela es la cercanía y el cariño que transmite.

Si usted visita Guaranda, no dudes en visitar “Tradición Guarandeña” los miércoles, viernes y sábado, o si prefieres desde casa, puedes llamarla al 0992508805.

Adriana, o como muchos la llaman con cariño “Adrianita”, está muy agradecida con su madre por haberle enseñado todo lo que sabe, con Dios por darle las fuerzas y con todos aquellos que la han apoyado en este camino. Para la emprendedora, su negocio no solo es una fuente de ingresos, sino un lugar donde la tradición y la gastronomía local se viven en cada plato.