María Rosa Poaquiza, una emprendedora talentosa oriunda de la comunidad Yurakuksha en la parroquia Salinas de Guaranda, ha logrado destacarse en el mundo de las artesanías a base de paja del páramo y tejidos de cabuya, llevando su arte más allá de los límites de su localidad.
Desde los 12 años, Maria comenzó a aprender este oficio gracias a su madre, quien le transmitió los secretos de la elaboración de artesanías. Inicialmente por curiosidad, María se aventuró a realizar diversos tejidos, y a los 16 años ya estaba colaborando con mujeres de su comunidad para comercializar estos objetos. Con el tiempo, perfeccionó su técnica y decidió independizarse.
Hoy en día, María participa activamente en ferias locales, especialmente en su parroquia y en la ciudad de Guaranda, donde cada sábado exhibe y vende sus hermosas creaciones bajo el Obispado. A pesar de los desafíos que implica la distancia, con 45 minutos desde su comunidad hasta Salinas y más tiempo para llegar a la ciudad, la emprendedora persiste gracias a su fuerte determinación y pasión por su oficio.
La oferta de María incluye una variedad de productos hechos a mano, como paneras, llaveros, joyeros y shigras, todos elaborados con esmero y dedicación. El proceso, aunque laborioso, es fundamental para preservar la calidad de la materia prima, ya que la paja del páramo debe recolectarse, secarse y trabajarse cuidadosamente para evitar perjuicios.
Además de abastecer la demanda local, los productos de la salinera, también llegan a Guayaquil, expandiendo así su presencia en el mercado nacional. María, que ha dedicado su vida a estas artesanías mientras combina esta actividad con labores agrícolas, destaca que esta ha sido su manera de sobrevivir y progresar, demostrando que la perseverancia y la creatividad son clave para alcanzar el éxito en el mundo del emprendimiento artesanal.
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