El cuero, es uno de los materiales que mayor utilidad ha tenido para la humanidad desde los orígenes, bien para uso personal o para confeccionar objetos útiles. De esta manera, existen varias técnicas que pueden ser utilizadas para crear verdaderas obras de arte a partir de este material natural.
El repujado en cuero es una de ellas, que, en manos de Eduardo Paredes, guarandeño de corazón, se convierten en auténticas piezas que cualquiera puede lucir en todo momento y lugar.
Este oficio milenario, Eduardo lo aprendió desde muy niño, a través de un familiar que también se dedicada a este oficio, brindándole al hábil niño de aquel entonces, la posibilidad de ver en esta labor, una fuente de economía para la vida.
40 años confeccionando prendas y accesorios en cuero, son los que este gran artesano lleva de su vida, más de las mitad de estos, los ha vivido en la ciudad de los eternos carnavales, sitio en el cual logró tener su primer taller denominado SUELARTE CONFECCIONES, diseñando carteras, correas, monederos, billeteras, llaveros, y demás objetos muy vistosos al público.
Eduardo señaló que el oficio no es nada fácil, el repujado en cuero y a mano siempre ha sido una habilidad que pocos poseen, ya que se requiere de paciencia y detalle para dejar un decorado impecable y no maltratar el material, “Hay que valorar el trabajo del artesano, específicamente el que es realizado de una manera laboriosa y hecha con mucho amor” enfatizó.
Los años pasaron y la vida le dio a Eduardo una familia maravillosa, sus tres hijos, han visto en este trabajo también un estilo de vida, es por ello que Mario, hoy cuenta con su taller denominado ITUWAY ARTESANÍAS EN CUERO, ubicado entre las calles Olmedo y 7 de Mayo en el Centro Cultural Josefina Barba, lugar donde junto a su Padre quien fue su maestro y mentor, hoy trabajan fusionando la experiencia y la actualidad, que como destacó Mario, la ayuda de maquinaria es necesaria para obtener una mejor demanda en cuanto a cantidad de producto terminado se refiere, para luego poder comercializar, sin dejar de lado el trabajo a mano, exclusivo para pedidos personalizados.
El negocio ha trabajado con varias instituciones públicas y privadas dentro y fuera de la Provincia, pues la idea de la familia, es seguir abriendo mercado y llevando el nombre de Guaranda a cualquier parte que se dirijan, “Yo a donde voy, llevo mis productos, sean ferias, exposiciones, siempre digo que soy guarandeño”. afirmó Eduardo.
Cada fin de semana Eduardo y sus hijos se sitúan en los bajos del Obispado junto a la calle García Moreno, lugar donde usted podrá encontrar todo tipo de creaciones hechas con mucho esfuerzo y dedicación, objetos que muy fácilmente se pudieran convertir en un detalle que perdurará en el tiempo.
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