
Violencia imparable en Ecuador

21 feb 2025
Ecuador enfrenta una nueva ola de violencia contra las fuerzas del orden. En menos de 24 horas, dos ataques armados dejaron un policía herido en Guayaquil y otro fallecido en Cañar, generando preocupación sobre la seguridad en el país.
El primer hecho ocurrió pasadas las 23:00 del jueves 20 de febrero en la garita de la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil. Un grupo de hombres armados descendió de un vehículo y disparó en repetidas ocasiones contra el centro penitenciario. Un agente de la Policía Nacional resultó herido, pero su estado de salud es estable, ya que la mayoría de los disparos impactaron en su chaleco antibalas.
El ataque también causó daños en la caseta donde funcionarios del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad (SNAI) atienden a familiares de los reclusos. Además, los atacantes dejaron panfletos con amenazas dirigidas a la Policía Nacional, presuntamente en respuesta a un posible traslado de reos pertenecientes a un grupo delictivo. Hasta el mediodía del viernes, ni el SNAI ni la Policía se habían pronunciado sobre el hecho.
Menos de 12 horas después, la violencia cobró la vida de un oficial. La mañana del viernes 21 de febrero, el capitán de la Policía Nacional Darwin Sinmaleza falleció en un enfrentamiento armado con presuntos secuestradores y extorsionadores en La Troncal, provincia de Cañar. En el mismo hecho, tres policías resultaron heridos y fueron trasladados de inmediato a una casa de salud.
Las unidades investigativas y operativas de la Policía se desplegaron en la zona para capturar a los responsables. El Comandante General de la Policía Nacional, Víctor Hugo Zárate, condenó lo ocurrido y aseguró que se tomarán acciones inmediatas.
"Esto no quedará impune, por lo que nuestros esfuerzos serán constantes. He dispuesto el despliegue inmediato de todas las unidades investigativas y especializadas para identificar a los causantes de este condenable hecho", declaró Zárate.
Las autoridades continúan las investigaciones mientras el país sigue atento a la creciente ola de violencia contra las fuerzas del orden.
