

Tamban tendrá que seguir esperando una obra estatal

23 jul 2025
A pesar de que han transcurrido más de tres años desde el deslave que destruyó parte de la estructura vial clave en el sector Tambán, provincia de Bolívar, el Estado ecuatoriano no ha logrado ejecutar la obra de reconstrucción.
La última acción administrativa del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) ha provocado duras críticas por parte de la ciudadanía y actores locales: el proceso de contratación fue declarado desierto por inhabilitación de la única oferta presentada, y acto seguido se reabre invitando nuevamente a la misma empresa que fue descalificada.
Mediante la Resolución Nro. MTOP-SUBZ5-2025-0007-R, suscrita en Guayaquil el 22 de julio de 2025, el MTOP admitió que el procedimiento especial Nro. RE-CEP-DDB-2025-001 debía declararse desierto por recomendación técnica, tras determinarse que la Empresa Pública de Obras, Bienes y Servicios Santa Elena EP no cumplió con los requisitos establecidos.
Sin embargo, en el mismo documento se dispone la reapertura de un nuevo procedimiento (RE-CEP-DDB-2025-002) y se vuelve a invitar exclusivamente a la misma empresa, sin incorporar nuevas opciones o abrir la competencia.
El presupuesto referencial para la contratación asciende a USD 2’106.304,75, un monto significativo que permanece congelado mientras las comunidades afectadas siguen esperando por soluciones estructurales.
La obra contempla la reconstrucción de la infraestructura desaparecida y la rehabilitación del tramo Chimbo - Cristal, incluyendo la estabilización de taludes en una zona de alta vulnerabilidad geológica. Mientras tanto, los caminos alternos colapsan, el riesgo persiste y la paciencia de la población se agota.
Expertos en contratación pública y observadores independientes advierten sobre posibles vicios de procedimiento, falta de pluralidad de oferentes y la ausencia de criterios de mérito o capacidad técnica para adjudicar una obra de alta complejidad.
El uso del procedimiento especial con invitación directa, sin transparencia ni competencia, refuerza la percepción de opacidad y desconfianza en la administración pública. Tres años después del desastre, lo único que se acumula es papel y frustración.
