Lluvias alivian producción eléctrica, pero no eliminan los apagones.
5 dic 2024
Las lluvias recientes en la Amazonía y el Austro han comenzado a incrementar ligeramente la generación de energía en Ecuador, pero no son suficientes para resolver el déficit eléctrico que enfrenta el país. Aunque el gobierno anunció que los apagones disminuirán de 7 a 5 horas diarias entre el viernes y el domingo, y a 3 horas la próxima semana, el panorama hidroeléctrico sigue siendo incierto.
El principal problema radica en los embalses de las centrales hidroeléctricas, que no han recuperado niveles óptimos. En Azuay, las centrales Mazar, Molino, Sopladora y Minas San Francisco apenas han operado al 50 % de su capacidad debido a los bajos niveles de agua en el embalse de Mazar, que se encuentra en 2 112 metros sobre el nivel del mar, por debajo del mínimo requerido de 2 115 metros. Estas centrales permanecen apagadas la mayor parte del día para permitir que los caudales aumenten, impulsados por las lluvias recientes.
Por su parte, Coca Codo Sinclair, en la provincia de Napo, ha incrementado su producción gracias al aumento del caudal del río Coca, que alcanzó 160 metros cúbicos por segundo, permitiendo a la central generar hasta 920 megavatios en las últimas horas. Centrales como Agoyán, en Tungurahua, y Manduriacu, en Pichincha, también se han beneficiado, generando 160 y 65 megavatios, respectivamente.
Pese a este leve respiro, el sistema eléctrico nacional sigue bajo presión debido al incremento del consumo por la temporada navideña y las altas temperaturas en la Costa. Aunque la generación diaria ha subido de 2 247 megavatios en noviembre a 3 395 megavatios en diciembre, el país aún depende de una mejora sostenida en las condiciones climáticas para estabilizar el suministro energético.