

La bancada de la Revolución Ciudadana se debilita

16 jul 2025
El bloque legislativo de la Revolución Ciudadana está a punto de perder a otro de sus integrantes. El asambleísta Carlos Vargas, a través de sus redes sociales, cuestionó la remoción del director cantonal de Salitre y anticipó que solo espera su expulsión por pensar diferente.
Vargas ya había marcado distancia cuando votó a favor de la Ley de Integridad Pública, y su salida sería la sexta baja del bloque que inició el periodo con 67 legisladores.
Esta nueva fractura se suma a una serie de episodios que han evidenciado una crisis interna en el correísmo. Desde la candidatura de Luisa González, impuesta más por lealtades que por convicción, hasta la derrota en las presidenciales, varios líderes locales mostraron su disconformidad al felicitar públicamente a Daniel Noboa, mientras la cúpula insistía en una teoría de fraude. Para muchos, ese gesto rompió el tradicional alineamiento con las directrices de Rafael Correa desde Bélgica.
Las fracturas también se han dado por conflictos personales y de liderazgo. Jhajaira Urresta salió del movimiento tras sentirse agraviada por Luisa González, y Sergio Peña denunció la falta de apertura a otras ideas dentro del bloque.
A ello se suma el rechazo que provoca la figura de Ricardo Patiño entre algunos legisladores, quienes consideran inapropiado que intente ejercer liderazgo sin haber sido electo.
A todo este escenario se agrega el daño ético por casos como la denuncia contra Santiago Díaz, que, aunque fue expulsado, refuerza la percepción de que el movimiento actúa de forma reactiva.
Mientras las bajas continúan, la dirigencia de la Revolución Ciudadana no da señales de corregir el rumbo y se limita a señalar traiciones, sin reconocer el distanciamiento creciente entre su narrativa y las demandas de la sociedad.

