Hoy inicia el silencio electoral y ley seca en Ecuador.
19 abr 2024
Hoy, 19 de abril de 2024, marca el comienzo del período de silencio electoral en Ecuador, anunciado por la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint. En una declaración pública, Atamaint destacó la importancia de este período como una oportunidad crucial para que los ciudadanos reflexionen sobre las 11 preguntas planteadas para la votación del próximo domingo.
"Nos encontramos en la etapa de silencio electoral, un momento de vital importancia para reflexionar el voto para informarnos en qué consisten las 11 preguntas que nos convoca el día domingo y tendremos que decidir qué queremos para nuestro país", expresó Atamaint, instando a los ciudadanos a informarse y considerar cuidadosamente sus opciones antes de emitir su voto.
Además, a partir del mediodía de hoy, entra en vigor la Ley Seca en todo el territorio nacional. Esta medida, destinada a garantizar un ambiente de calma y reflexión durante el proceso electoral, prohíbe estrictamente la venta, distribución y consumo de bebidas alcohólicas hasta el mediodía del próximo lunes, 22 de abril. La presidenta del CNE recordó enfáticamente esta disposición, subrayando su importancia para el buen desarrollo de los comicios.
Para aquellos que incumplan con esta medida, se establece una sanción financiera significativa. Aquellos que sean encontrados vendiendo, distribuyendo o consumiendo bebidas alcohólicas durante este período enfrentarán una multa equivalente al 50% de un salario básico unificado, lo que representa una suma de 230 dólares.
Además, la misma sanción se aplica a los ciudadanos que se presenten a los recintos electorales en estado de embriaguez. Esta medida tiene como objetivo garantizar la integridad del proceso electoral y fomentar un ambiente de respeto y responsabilidad cívica entre los votantes.
En resumen, tanto el inicio del silencio electoral como el inicio de la Ley Seca marcan una fase crucial en el proceso electoral de Ecuador, donde la reflexión, la responsabilidad y el cumplimiento de las normativas son fundamentales para el ejercicio democrático.