

Franz Del Castillo logra récord Guinness

8 abr 2025
La capital ecuatoriana fue testigo de un hecho histórico que quedará grabado en la memoria colectiva del país y del mundo: el artista ecuatoriano Franz Del Castillo logró el Récord Guinness por El Dibujo Más Largo de la Historia, con una obra monumental de 3.000 metros de extensión, exhibida en plena avenida Amazonas, en el corazón de Quito.
La hazaña, que finalizó el 25 de marzo, fue presentada oficialmente al público este 6 de abril, transformando el espacio público en una gigantesca galería de arte al aire libre, como nunca antes se había visto en el país. Esta iniciativa no solo celebra la creatividad nacional, sino que también deja una huella imborrable en la cultura y el turismo de la “ciudad más linda del mundo”.
La obra de Del Castillo no solo impresiona por su longitud, sino por su profundidad artística. A lo largo de sus tres kilómetros, los espectadores pueden sumergirse en una sinfonía visual de templos coloniales, paisajes andinos y costeros, escenas de la vida cotidiana, músicos, deportistas, y hasta figuras políticas, como Lavinia Valbonesi, actual primera dama y aspirante a la reelección.
Reconocido mundialmente como el dibujante más veloz de la historia, Franz Del Castillo ya había marcado hitos con retos extremos como su récord de 50 horas, 10 minutos y 10 segundos de dibujo continuo. Su técnica, basada en la improvisación y una cromática espontánea, lo ha hecho merecedor de múltiples distinciones internacionales, entre ellas, reconocimientos por parte de la Unesco y la Asamblea Nacional del Ecuador.
“El Dibujo Más Largo de la Historia” no solo posiciona a Quito como un epicentro de la expresión artística y la creatividad, sino que también despierta la curiosidad y el interés global gracias al respaldo del Récord Guinness, convirtiéndose en una nueva atracción cultural para visitantes nacionales e internacionales.
Aunque Del Castillo planea seccionar la obra para exhibirla en galerías de todo el mundo, ha asegurado que Quito seguirá siendo el corazón de este logro, perpetuando su legado artístico en la ciudad que lo vio brillar.
Este evento marca un antes y un después en la historia del arte ecuatoriano, y convierte a Quito en un referente global de innovación cultural.
