

EE. UU. promete trato "humano" al líder de Los Choneros

16 jul 2025
Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, uno de los criminales más temidos del país y cabecilla de la organización narcodelictiva Los Choneros, está un paso más cerca de ser extraditado a Estados Unidos. El gobierno norteamericano ha enviado a la Corte Nacional de Justicia del Ecuador una certificación de garantías en la que se compromete a no imponerle la pena de muerte ni someterlo a torturas o tratos crueles e inhumanos.
Este documento es un requisito fundamental en el proceso de extradición, y ahora la Corte debe emitir una sentencia que declare procedente el trámite. Posteriormente, la decisión quedará en manos del presidente Daniel Noboa, quien ya ha adelantado su intención de autorizarla.
Fito enfrenta en Nueva York cargos por narcotráfico, delincuencia organizada y lavado de activos, delitos graves que podrían acarrearle una condena de entre 10 años de prisión y cadena perpetua. Sin embargo, la exclusión de la pena capital como posible castigo genera un fuerte debate en el país.
¿Es justo que quien ha sembrado el terror en Ecuador, desatando masacres carcelarias, asesinatos selectivos y operaciones criminales desde su celda, termine cumpliendo su condena en una cárcel extranjera con posibilidad de un trato más favorable? Para muchos, la extradición bajo estas condiciones representa una forma de evasión del castigo más severo y una herida abierta para un país que sigue contando muertos por la violencia que ayudó a consolidar.
Aunque la extradición podría desarticular parte de su estructura internacional, también deja la sensación de que, una vez más, el sistema internacional termina protegiendo los derechos del criminal por encima del dolor de sus víctimas. La pregunta que queda es ¿Existe verdadera justicia cuando los verdugos escapan de las consecuencias más extremas de sus actos?
